En este sector también existen las peculiaridades como las que os queremos contar hoy. Se trata de un ladrón que tras 20 años ha decidido devolver dos piezas arqueológicas a un museo israelí con una nota que decía: «sólo me han traído problemas».
Se trata de dos piedras de 2.000 años de antigüedad empleadas para ser arrojadas por ondas o ballesta, que fueron dejadas en el Museo de Culturas Islámicas y de Oriente Próximo de la ciudad de Beersheva, al sur del país.
Pero al parecer a su ladrón le han traído muchos problemas y ha optado por terminar devolviéndolas al mismo tiempo que aseguraba mediante la nota que no se robaran antigüedades.
Por el momento ambas piezas se sumarán al archivo del Departamento Nacional de Tesoros como parte de las miles de piedras que los romanos disparaban contra enemigos para proteger su ciudad y alejarlos de las murallas.
Tienen un alto valor ya que cada una de ellas era cincelada manualmente por los soldados. Al final, las piedras han vuelto al lugar que le corresponden como si de una maldición se tratara al haber salido de forma ilegan de donde procedían. Estamos seguros de que al ladrón anónimo no se le volverá a ocurrir volver a sustraer ninguna pieza más.
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